Presentación
El Decreto 67 del año 2018, que aprueba las normas mínimas nacionales de evaluación, avanza hacia una visión-acción clave e integral de la evaluación, considerándola herramienta fundamental y pedagógica del mismo proceso de aprendizaje, cuyos beneficios van más allá de calificar el aprendizaje de las y los estudiantes.
Las focos y disposiciones que presenta el Decreto respecto de la evaluación, calificación y promoción, implican un proceso de transformación cultural de todos los integrantes de la comunidad educativa.
El tránsito de la evaluación del aprendizaje hacia la evaluación para el aprendizaje se debe expresar en documentos institucionales y de gestión pedagógica, así como en las prácticas cotidianas relacionadas con lo formativo, acompañamiento pedagógico, diversificación de la evaluación, evidencias relevantes de aprendizaje, participación y comunicación, reflexión pedagógica, entre otras.
Es tarea principal de directivos, en la comunidad escolar, y de docentes, en el aula, liderar este proceso de cambio complejo y desafiante pero enriquecedor, puesto que aspira a que todas y todos los estudiantes, en su diversidad, alcancen aprendizajes de calidad para desenvolverse en el Siglo XXI y lo hagan en procesos y climas escolares estimulantes, sanos, transparentes y propicios para ello.
Objetivo
Reflexionar sobre los aprendizajes alcanzados en la implementación del Decreto 67 para enriquecer la preparación de las mejoras para el año 2024 en las comunidades educativas.